Y Jehová dijo: ¿Encubriré yo a Abraham lo que voy a hacer, habiendo de ser Abraham una nación grande y fuerte, y habiendo de ser benditas en él todas las naciones de la tierra? Porque yo sé que mandará a sus hijos y a su casa después de sí, que guarden el camino de Jehová, haciendo justicia y juicio, para que haga venir Jehová sobre Abraham lo que ha hablado acerca de él. Gén 18:17-19
En hebreo “camino” se dice דרך (derekh, Strong #1870)
Estar en el camino correcto, es un asunto muy importante en
la Escritura, si esto es así la pregunta es:
¿Cómo sé que estoy en el “camino” y no “perdido”?
Cuando alguien está viajando en el desierto, es importante
mantenerse en el curso correcto, de otra manera, si se sale del camino, perderá
las marcas de los guías, los pastos verdes y el agua, si te sales del camino,
te vas a perder y finalmente morirás, sino regresas al camino donde está la
seguridad para seguir vivo. La palabra
en hebreo que implica “seguir en curso” es צדיק (tsadyq, Strong's
#6662) y “salirse de curso” se dice רשע (rashá, Strong's
#7563), Tsadyq literalmente significa “mantenerse en curso o en el camino” y
esta palabra es traducida comúnmente como “justo” y rashá, significa
literalmente “salirse del camino”, y es traducida como “malvado o inicuo”, pero
“justo” y “malvado” no explican con claridad lo que las palabras en hebreo
significan con precisión.
Uno que es “justo” se mantendrá en el “camino” siguiendo las
instrucciones de Dios, por otro lado, alguien que es “malvado” o “impío” está
perdido de las fuentes de vida y su vida peligra.
Proverbios 10:11 dice: “Manantial de vida es la boca del justo (tsadyq); pero violencia cubrirá la boca de los impíos (rashá).
Cuando alguien se da cuenta que está perdido (rashá) su meta
debe ser volver al “camino” correcto, esta idea está expresada en el verbo שוב (shuv, Strong's
#7725). Este verbo es traducido como “arrepentimiento” (volver al camino) de la
maldad (haber perdido el camino) y regresar a los mandamientos (Torah, que
significa Instrucciones, marcas del guía) de Dios.
Y tú volverás (shuv), y oirás la voz de Jehová, y pondrás por obra todos sus mandamientos que yo te ordeno hoy. Dt. 30:8
Desde esta perspectiva, el pasaje de Deuteronomio dice: “Tú
escucharás la voz de Yahweh, y regresarás al camino, seguirás sus
instrucciones, que hoy te señalo”.
Jesús o Yeshúa como es su nombre en hebreo y que significa
“salvación”, dijo de sí mismo, que Él era “El Camino, la Verdad y la Vida”
(Juan 14:6), esta declaración explica su propósito, su carácter y su
naturaleza.
Si la única manera de mantenernos en el “camino” del Padre
es siguiendo sus instrucciones, nuestro Mesías, se está atribuyendo
literalmente el mismo propósito de las Escrituras, si esto es así, qué otro
testigo tenemos para probar esta afirmación.
Juan 1:1 -3 En el principio era la palabra, y la Palabra era con Dios, y la Palabra era Dios. Este era en el principio con Dios. Todas las cosas por él fueron hechas, y sin él nada de lo que ha sido hecho, fue hecho.
Juan 1:14 Y aquella Palabra fue hecho carne, y habitó entre nosotros (y vimos su gloria, gloria como del unigénito del Padre), lleno de gracia y de verdad.
Así que la misma Palabra que dijo “sea la luz”, es la misma
palabra que se hizo carne y habitó entre nosotros, ahora nos queda claro que
cuando el Mesías dice “yo soy el Camino” es porque él es “la Palabra, la
instrucción, la Toráh" (que se traduce como ley) que nos dirige de nuevo
al Padre.
Dt. 10:12-13 Ahora, pues, Israel, ¿qué pide Jehová tu Dios de ti, sino que temas a Jehová tu Dios, que andes en todos sus caminos, y que lo ames, y sirvas a Jehová tu Dios con todo tu corazón y con toda tu alma; que guardes los mandamientos de Jehová y sus estatutos, que yo te prescribo hoy, para que tengas prosperidad?
Jesús/Yeshúa nos enseñó a andar en el camino del Padre, seguir sus
pasos, Él y sus enseñanzas son la forma más sencilla de aprender a regresar al camino correcto.
Mateo 5:17-20
Nuestro Mesías también dijo que era la verdad, y en la Escritura esto sólo significa una cosa:
Sal. 119:142 Tu justicia es justicia eterna, Y tu ley la verdad.
No puede haber dos verdades o dos caminos, porque entonces
uno no lo sería, y en el Nuevo Testamento, significa lo mismo:
Juan 17:17 Santifícalos en tu verdad; tu palabra es verdad.
Entonces la Palabra de Dios es la verdad y nuestro Mesías,
también es la verdad, tenemos dos palabras que implican lo mismo, la ley del
Señor, la Toráh o sus instrucciones, son “el camino” por el que debemos andar y
también son “la verdad”.
Finalmente en Juan 14:6 Jesús/Yeshúa dijo que él era la vida, y
necesitamos encontrar por lo menos dos testigos en la Escritura que nos
expliquen esa declaración:
Sal 119:37 Aparta mis ojos, que no vean la vanidad; Avívame en tu camino.
Deuteronomio 5:33 Sigan por el camino que el Señor su Dios les ha trazado, para que vivan, prosperen y disfruten de larga vida en la tierra que van a poseer.
Juan 6:63 El Espíritu da vida; la carne no vale para nada. Las Palabras que les he hablado son espíritu y son vida.
1 Juan 1:5 En cambio el amor de Dios se manifiesta plenamente en la vida del que obedece su Palabra.
Allí lo tienes, la Palabra de Dios es camino, verdad y vida,
y el Mesías quien es la Palabra de Dios encarnada es el camino, la verdad y la
vida.
El Eterno Creador del universo, no cambia, y su camino, es
el mismo, quizás es hora de examinar lo que realmente significa andar en sus
caminos, caminar en las obras que el preparó de ante mano para que anduviésemos
en ellas (Efesios 2:8-10).
Lev. 26:3;
Dt. 8:6; Dt. 11:22; Dt. 19:9; Dt. 26:17; Dt. 30:6; Sal. 119:55; 2 Jn. 1:6; 2
Jn. 1:9
Nuestra vida es un viaje de regreso al “Camino” del Padre
Eterno, La Biblia es el mapa, donde están las instrucciones para hacerlo, y
nuestro Mesías es quien habiendo pagado el precio para nuestro rescate, nos
libra de las consecuencias de haber fallado, cuando creemos en Él y decidimos
volver al camino de vida, entonces seguimos los pasos del Mesías, nos hacemos
discípulos de Yeshúa y entonces haciendo la voluntad del Padre encontramos las
marcas o la señalización para andar en la senda antigua de vida, pero si no
leemos el mapa, ¿cómo vamos a volver a su camino?
Así dijo Jehová: Paraos en los caminos, y mirad, y preguntad por las sendas antiguas, cuál sea el buen camino, y andad por él, y hallaréis descanso para vuestra alma. Mas dijeron: No andaremos. Jer. 6:16