Cuenta del Omer - Día 3 Los oráculos de Dios
Heb 5:11-14 Acerca de esto tenemos mucho que decir, y es difícil de explicar, puesto que os habéis hecho tardos para oír. Pues aunque ya debierais ser maestros, otra vez tenéis necesidad de que alguien os enseñe los principios elementales de los oráculos de Dios, y habéis llegado a tener necesidad de leche y no de alimento sólido. Porque todo el que toma solo leche, no está acostumbrado a la palabra de justicia, porque es niño. Pero el alimento sólido es para los adultos, los cuales por la práctica tienen los sentidos ejercitados para discernir el bien y el mal. (LBLA)
¿Cuáles son los principios elementales, los oráculos de Dios, que el autor de Hebreos llama la leche espiritual?
La palabra que se traduce como "oráculos" o "Palabra" de Dios, en griego es: (λόγιον) lógion, Por definición "Logion" son: "Las palabras de Dios, del contenido de la ley Mosaica." Busquemos testigos:
Hch 7:38 Este es el que estaba en la congregación en el desierto, junto con el ángel que le hablaba en el monte Sinaí, y con nuestros padres, y el que recibió palabras (lógion) de vida para transmitirlas a vosotros;
Rom. 3:1-2 ¿Cuál es, entonces, la ventaja del judío? ¿O cuál el beneficio de la circuncisión? Grande, en todo sentido. En primer lugar, porque a ellos les han sido confiados los oráculos (lógion) de Dios.
La raíz de Lógion es: Lógios λόγιος (G3052) y se refiere a un hombre de letras, entrenado en literatura, especialmente versado en historia antigua, lo que lo hace elocuente, racional y sabio. (Hechos 18:24 "elocuente").
Desde la perspectiva del autor de Hebreos, uno no puede comer la carne espiritual, sin antes haber bebido la leche espiritual, que son los primeros rudimentos de los "oráculos" de Dios.
Nuestro Mesías dijo así:
Juan 5:39-47 Escudriñad las Escrituras; porque a vosotros os parece que en ellas tenéis la vida eterna; y ellas son las que dan testimonio de mí; y no queréis venir a mí para que tengáis vida. Porque si creyeseis a Moisés, me creeríais a mí, porque de mí escribió él. Pero si no creéis a sus escritos, ¿cómo creeréis a mis palabras?
Lo dramático de la declaración de Hebreos 5, es que si no podemos oír y obedecer lo que son los rudimentos, los principios básicos de la fe, que son los libros de instrucciones o la ley de Moisés contenida en el Pentateuco (Génesis, Éxodo, Levíticos, Números y Deuteronomio), no podemos comer la carne, que son las enseñanzas con respecto a los bautismos, a la impartición de liderazgo, la resurrección y el juicio venidero, porque si no practicamos las primeras instrucciones no podemos conocer la diferencia entre el bien y el mal.
En concreto, la mayoría de los creyentes de este siglo no están bebiendo ni siquiera leche espiritual, ¿cómo podrían comer carne o entender algo del Nuevo Pacto?
Te invito a ser #OidorYHacedorDeLaPalabra, y a comer todo el alimento que descendió del cielo. Cati Gómez F.
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