Nuestro Dios es un Dios de pactos, y un pacto siempre es ratificado o firmado por ambas partes, el Nuevo Pacto fue ratificado por nuestro Salvador con su sangre en la cruz, y nosotros lo aceptamos creyendo y lo ratificamos tomando la copa y bautizándonos en su nombre, y al obedecer sus mandamientos, estamos cumpliendo el contrato matrimonial. Esto es lo que dice la profecía de Jeremías 31 que es el Nuevo Pacto:
31 He aquí que vienen días, dice Jehová, en los cuales haré nuevo pacto con la casa de Israel y con la casa de Judá.
32 No como el pacto que hice con sus padres el día que tomé su mano para sacarlos de la tierra de Egipto; porque ellos invalidaron mi pacto, aunque fui yo un marido para ellos, dice Jehová.
33 Pero este es el pacto que haré con la casa de Israel después de aquellos días, dice Jehová: Daré mi ley en su mente, y la escribiré en su corazón; y yo seré a ellos por Dios, y ellos me serán por pueblo.
(Hebreos 8)32 No como el pacto que hice con sus padres el día que tomé su mano para sacarlos de la tierra de Egipto; porque ellos invalidaron mi pacto, aunque fui yo un marido para ellos, dice Jehová.33 Pero este es el pacto que haré con la casa de Israel después de aquellos días, dice Jehová: Daré mi ley en su mente, y la escribiré en su corazón; y yo seré a ellos por Dios, y ellos me serán por pueblo.(Hebreos 8)La ley de Dios en el Nuevo Pacto, cambió de lugar, (Heb 7) de tablas de piedra, a corazones de carne por medio del Espíritu Santo: (Ezequiel 36)
24 Y yo os tomaré de las naciones, y os recogeré de todas las tierras, y os traeré a vuestro país.
25 Esparciré sobre vosotros agua limpia, y seréis limpiados de todas vuestras inmundicias; y de todos vuestros ídolos os limpiaré.
26 Os daré corazón nuevo, y pondré espíritu nuevo dentro de vosotros; y quitaré de vuestra carne el corazón de piedra, y os daré un corazón de carne.
27 Y pondré dentro de vosotros mi Espíritu, y haré que andéis en mis estatutos, y guardéis mis preceptos, y los pongáis por obra.
Cuando el Señor hace por primera vez pacto con Israel, les declara, YO SOY EL SEÑOR TU DIOS, en otras palabras, YO SOY TU ESPOSO, por lo tanto, no puedes tener otros esposos o amantes... (Jer. 3, Hec 7, Jer 31)
La pregunta es ¿Estás en pacto con Dios?
No obedecemos para ser salvos, porque somos salvos obedecemos, porque ese es su lenguaje de amor, te invito a leer los diez mandamientos, no como una lista de deberes, de cosas que hacer o no hacer, sino como promesas de amor, como votos matrimoniales.
No obedecemos para ser salvos, porque somos salvos obedecemos, porque ese es su lenguaje de amor, te invito a leer los diez mandamientos, no como una lista de deberes, de cosas que hacer o no hacer, sino como promesas de amor, como votos matrimoniales.
¿Aceptas?